La cocina es el corazón del hogar, pero algunos utensilios y materiales que usamos a diario podrían estar afectando nuestra salud sin que lo sepamos. Aquí te contamos qué evitar y por qué:
Recipientes de aluminio:
El aluminio es un metal inestable que se transfiere a los alimentos y está relacionado con el desarrollo del Alzheimer y otras demencias. Por este motivo, evita las cazuelas o sartenes de aluminio o las cápsulas de café. Sometidas a alta temperatura favorecen el paso del aluminio al contenido, evítalas!.
Papel de aluminio para conservar los alimentos:
El calor hace al papel de aluminio más inestable, por lo que no conviene envolver con papel de aluminio ningún alimento recién cocinado ni utilizarlo para asar en el horno (mejor utilizar papel vegetal).
Hierro y cobre:
El hierro y el cobre son materiales que no hay que utilizar con alimentos ácidos (vinagre, tomate, cítricos) pues esta unión promueve la liberación de partículas tóxicas.
Plásticos en tu cocina:
No pongas comida o bebida caliente en un tupper de plástico, elimina los recipientes que estén rayados y no los metas en el lavavajillas ni en el microondas. Los plásticos cuando se calientan sueltan microplásticos que quedan impregnados en la comida y en todo lo que tocan.
Teflón de las sartenes y ollas antiadherentes:
El PFOA (ácido perfluorooctanoico) que contienen puede pasar a la comida o al aire. El PFOA perjudica la salud del hígado y del sistema inmunitario y está asociado al desarrollo de cáncer.
Vasos de papel con el interior plastificado:
Recuerda no utilizarlos para poner bebidas calientes (café, infusiones) en su interior dado que esos plásticos con el calor entrarán en ti en modo de “disruptores endocrinos”.
¿Cuáles son las alternativas más seguras?
Opta por materiales más estables y menos tóxicos como el acero inoxidable, el vidrio y la cerámica sin barnices. Estos no solo son más seguros para tu salud, sino que también son más respetuosos con el medio ambiente.