Aprende a respirar bien y otras recomendaciones que pueden ayudarte.
Cada vez hay más gente que sufre de ansiedad, estrés o siente desanimo a niveles anormales o clínicos. El uso de drogas o fármacos para tratar de calmar ese malestar es muy habitual hoy en día, pero hemos de ser conscientes de que no resuelven el problema, pueden ser ayudas puntuales en un momento dado, pero hemos de evitarlo dado que no solo no son la solución sino que pueden cronificar el malestar al no tratar las circunstancias que lo originan. Hemos de salir de ese círculo vicioso de estrés, nervios, tristeza y fármacos e ir al origen del malestar para entender qué es lo que lo origina y tomar las decisiones adecuadas que ayuden a resolverlo.
El ritmo de vida intenso que en general llevamos, lleno de actividades y obligaciones… y el uso intensivo de pantallas (móviles, tablets, ordenadores portátiles, TV…) estresa el organismo y deja poco tiempo para PARAR y PENSAR hacia donde queremos encaminar nuestra vida. Necesitamos proporcionarnos momentos de tranquilidad todos los días que nos ayude a REFLEXIONAR sobre lo que realmente queremos en la vida o es importante para cada persona, pues es fundamental para cuidar la salud mental. Esto debería de ser una prioridad para todos. Cuando estamos nerviosos no vemos otras posibles formas de actuar o caminos que elegir, ese estado de estrés no facilita tomar buenas decisiones, sino que las empeora.
Nuestros pensamientos son creadores de vivencias angustiosas o placenteras. Tú puedes elegir qué es lo que quieres pensar, si aprendes cómo hacerlo. Ante la misma situación o el mismo problema, por muy duro que sea, dependiendo de cómo lo enfoquemos o como vivamos ese momento podemos sentirnos muy nerviosos y angustiados o tranquilos y serenos. ¡No lo olvides!
Es muy importante aprender a trabajar nuestra MENTE para que esta sea una herramienta útil para nosotros, para proporcionarnos una vida tranquila y feliz. Si no aprendemos a manejarla, ella decide por nosotros lo que quiere pensar.
Remedios que ayudan a tratar la ansiedad, el estrés y la depresión:
RESPIRACIONES PROFUNDAS: La respiración es fundamental para la vida y para el sistema nervioso. Regálate todos los días 10 minutos de respiraciones profundas (si puedes más mejor): 5 minutos todos los días al levantarte y 5 minutos antes de dormir. Haz las respiraciones profundas con los ojos cerrados. Inhala el oxígeno en 6 tiempos, para un par de segundos y exhala en 9 tiempos. Es importante respirar y soltar el aire por la nariz y hacer las respiraciones con los ojos cerrados para que las ondas cerebrales entren en modo relajación. Intenta no pensar en nada mientras respiras, o si te resulta difícil al principio, piensa de forma repetitiva en una frase que te relaje. Sé consciente, haz respiraciones profundas cada vez que te encuentres estresad@, este sencillo hábito te traerá poco a poco la calma. Si no puedes dedicar en ese momento 5 minutos, reduce el tiempo pero aplícalo. Ejemplo: “Hoy y en todos los aspectos de mi vida me siento mejor y mejor”.
EARTHING: Busca el contacto con la naturaleza siempre que puedas. Caminar bajo los árboles, descalz@ sobre arena, césped, tierra… o darse un baño ayuda a relajarnos. Somos seres eléctricos y el estar descalzo origina una “descarga a tierra”, (como pasa con los electrodomésticos de nuestros hogares), que nos hace sentirnos mucho mejor.
MUEVETE SIEMPRE QUE PUEDAS: Camina, sube escaleras, baila, sal a correr, haz bici estática en casa, juega a pádel… El ejercicio es fundamental para producir endorfinas, la hormona de la felicidad y si sudas, mejor… Si llevas una vida muy sedentaria no produces la cantidad suficiente de hormonas de felicidad. Recuérdalo, ¡has de hacer ejercicio para segregarlas!
SONRÍE: El mantener una actitud positiva y sonreír a todas las personas con las que te encuentres moldea el cerebro. Recuerda: aunque no te apetezca sonríe a la vida, pues ella te sonreirá a ti. Lo que siembras hoy lo recoges con el tiempo, seamos conscientes de ello o no.
ALIMÉNTATE DE FORMA SANA: El evitar o reducir los alimentos procesados y escoger una dieta mediterránea rica en verduras, legumbres, frutas, pescado, carnes blancas y poca carne roja hace que tu cuerpo reciba las vitaminas y nutrientes necesarios para que todo el organismo funcione bien, hormonas incluidas.
BEBE AGUA BUENA: El agua buena es fundamental para mantener la salud. Todos los días hay que beber unos 2 litros de agua para que el cuerpo expulse todos los residuos metabólicos tóxicos y facilite la correcta conexión de las neuronas y del sistema nervioso. El agua es conductora de los impulsos nerviosos por tanto es importante beber agua de calidad, con todos sus minerales y oligoelementos necesarios para una correcta conexión.
YOGA, MIND-FULLNESS o MEDITACIÓN: El yoga y la meditación pueden ser de gran ayuda en el camino de serenar la vida, sentirse feliz y en paz. Proporciona herramientas para pensar y dar prioridad a lo que realmente es importante. La vida pasa deprisa y hemos de aprovecharla al máximo. No hemos venido a esta vida para sufrir sino para ser felices y disfrutarla.
BUSCAMOS TU BIENESTAR.
