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Te explicamos por qué es aconsejable usar un buen filtro de agua. 

La gran mayoría de los hogares de los países y zonas desarrolladas disponen de agua corriente. Con solo abrir el grifo recibimos el agua necesaria para beber, cocinar, limpiar nuestros alimentos, asearnos o limpiar. Es una maravilla que deberíamos de agradecer todos los días. Por desgracia no es así en gran parte del mundo, en pleno siglo XXI muchas familias siguen sin tener acceso al agua potable en casa.

Pero ¿te has preguntado en alguna ocasión el origen de la procedencia de esta agua?

Plantas potabilizadoras 

Las plantas potabilizadoras tienen una labor fundamental para potabilizar el agua, hacen un gran trabajo. Son las responsables de tratar el agua previamente antes de su distribución a los hogares.

El agua que llega a las plantas potabilizadoras no siempre es buena. 

A veces se tiene la suerte de que el agua que llega a las plantas proviene de fuentes naturales, pero en la gran mayoría de las veces no es este el caso, sobre todo en las plantas próximas a las grandes ciudades.

A las plantas de las grandes ciudades llegan con frecuencia aguas residuales, reservas de agua de lluvia captada por los sistemas de alcantarillado públicos y aguas provenientes de desalinizadoras. Esto obliga a tratar el agua con productos químicos en altas dosis, como el CLORO o tratamientos invasivos como el OZONO, para hacerla potable. Según el nivel de contaminación del agua la aplicación química será mayor o menor, generando en el agua que consumiremos SUBPRODUCTOS NOCIVOS PARA NUESTRA SALUD como son los TRIHALOMETANOS.

Los trihalometanos se producen cuando entra el cloro en contacto con residuos orgánicos presentes en el agua. Los trihalometanos permanecen en el agua mientras esta contenga cloro o hipoclorito, además de los precursores orgánicos.

Las tuberías, la fase de distribución 

Cuando el agua de la potabilizadora termina su proceso, se inicia la fase de distribución hasta los hogares y los diferentes puntos de acceso para su consumo directo. El agua recorrerá cientos de kilómetros hasta llegar a su punto final a través de la red de tuberías. En este punto encontramos otros de los riesgos para nuestra salud.

En la actualidad tuberías de hierro, plomo o amianto, por citar algunos ejemplos, están prohibidas por el desprendimiento de residuos tóxicos que contaminan nuestras aguas. El problema radica en que la red pública de tuberías no puede cambiarse en su totalidad, por la dificultad técnica, logística y económica que supondría levantar todas las ciudades y cambiar millones de kilómetros de tuberías. Aunque las nuevas instalaciones se construyen con materiales actualmente autorizados, los residuos que generan los kilómetros de tramos de tuberías que todavía se mantienen instalados con productos de alto riesgo por su toxicidad, continúan circulando por nuestras tuberías hasta llegar al grifo de nuestra casa.

Hemos de entender que el trabajo de las potabilizadoras es anterior al de distribución, por lo que está contaminación que aparece posteriormente a la salida de la planta no puede ser tratada si no es con un filtro en nuestra casa.

El agua que recibimos en nuestros grifos debe cumplir unos requisitos mínimos de potabilización, pero no siempre puede cumplirlos por los motivos que hemos explicado. Si realizásemos controles analíticos severos de las aguas de nuestra casa encontraríamos que no es todo lo potable y saludable que puede llegar a ser.

Es importante entender que el agua que sale de las plantas potabilizadoras y que llega a nuestros hogares no ha filtrado:

  • No ha filtrado los restos químicos de los tratamientos que se han utilizado para potabilizar el agua.
  • Ni tampoco los subproductos que se generan.
  • Ni los patógenos y restos de tuberías prohibidas que siguen instaladas

No toda el agua es igual, no es lo mismo agua potable que agua saludable

¿Para qué es necesario un buen purificador de agua?

  • Para filtrar los restos químicos de los tratamientos (cloro, ozono…)
  • Para filtrar los subproductos nocivos de los tratamientos químicos (trihalometanos…)
  • Para filtrar los patógenos y los metales pesados de km de tuberías todavía instaladas
  • Para mejorar el agua y devolverla a su estado original Para beber agua saludable

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